Bravos muchachitos

Matías Almeyda, dirigido por el Loco en el Mundial de 2002, cuenta una anécdota del entrenador y Claudio Paul Caniggia que lo tuvo a él como testigo de la escena.


"Un día estábamos en la camilla haciendo trabajos de kinesiología con Caniggia para recuperarnos. En cierto momento entra caminando rápido Bielsa y antes de atravesar la puerta de salida detiene su marcha y vuelve sobre sus pasos. Y pregunta: ´Claudio, ¿le puedo decir algo? Para mí, el mejor jugador que tuvo el fútbol argentino después de Maradona fue usted' Y palmeándole la espalda le agrega, serio: ´Pero…¡qué lejos está de ser ese Caniggia!´ Y se fue."