El 19 de Mayo de 2003, en una conferencia de prensa del Loco, por entonces entrenador de la Selección Argentina, hubo un cruce verbal con un periodista de Olé, Eduardo Castiglione, opositor a la gestión de Bielsa. Aquí, un fragmento de la altura de dicha discusión, sobretodo por parte del DT. La misma empezó cuando el periodista cuestionó la no convocatoria de Saviola al Mundial del 2002, y la inclusión de Caniggia:
Castiglione—Yo lo que quiero discutir, señor, es la plenitud de un jugador para jugar un Mundial. Entre un Caniggia que tiene dos lesiones consecutivas y usted le extiende la chance y un jugador que sea el 70% de Caniggia pero esté en plenitud... Digo Saviola, un jugador que ha tenido la chance. No sé...
Bielsa—Sí, ésa es la verdad. No sabe.
C—Al menos hasta hoy usted había permitido cuestionar sus puntos de vista...
B—Por supuesto que permito cuestionar. Lo que sí tengo que puntualizar es que discuto con una persona que no posee la información para sostener la discusión.
C—Yo creo que, como le dijo a un periodista, usted ahora maquilla intenciones. Está esforzándose por descalificarme y yo a usted, desde siempre, lo he tratado con respeto...
B—Yo también...
C—Creo que usted está entrando en la delgada frontera de faltar el respeto, cosa que yo no hecho con usted ni frente a uno de los peores fracasos del fútbol argentino en 40 años. Yo no formo parte del circo aunque trabajo en el circuito del circo. Entonces, si quiere dirimir, dirimimos. Si quiere discutir, discutimos y si quiere agredir, nos agredimos. Voy a jugar con usted con el mazo de cartas que usted quiera. No eludo ninguno...
B—Primero, ninguna identificación con usted me hace bien. Entonces, cada vez que algo nos encuentra yo me distancio. Usted es mi enemigo, que me enaltece. ¿Me entiende? Cuanto más lejos estoy de lo que usted representa, mejor soy.