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Te empleo mucho



Noviembre de 1997.
El Loco, entrenador de Vélez. 
El domingo debían recibir al bicampeón del fútbol argentino: el River de Ramón Díaz. 
En uno de los entrenamientos previos a aquel duelo, Bielsa llama aparte a Martín Posse, el delantero, para darle una indicación muy precisa:

-Tenés que perseguir a Sorín. Si es necesario, hasta abajo de la cama.

El delantero, consciente de las incansables subidas del defensor riverplatense y algo preocupado por la ardua tarea que se le avecinaba, le planteó al entrenador:

-Marcelo, con todo respeto: creo que es un esfuerzo muy grande el que tengo que hacer. Entiendo que si mi trabajo va a ser ese, voy a perder fuerza para poder cumplir mi rol de delantero.

-Perfecto. No hay ningún inconveniente, Martín.- le respondió el Loco, serio y sereno. -Negocie con Sorín. Si se pone de acuerdo con él para que no pase al ataque en todo el partido, problema solucionado.



El partido terminó 1 a 1. El gol de River, a 5 minutos del final, lo hizo Sorín. 

Tanto amigo enloquecido


El Kily González cuenta, en el programa del periodista argentino Julián Bricco, su relación con Marcelo Bielsa. Narra algunas anécdotas hilarantes y hace su reflexión sobre la traumática eliminación de la Copa del Mundo de Corea-Japón y sobre la conquista de la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Atenas.

Tomarse 10 minutos para ver el video no es tiempo perdido. Créanme. 



Siempre fui menos que mi reputación

Jorge Ramos, periodista mexicano, contó hace un tiempo la reunión que mantuvieron el Loco Bielsa y Vergara, presidente del club Chivas de Guadalajara. El mandatario le ofrecía al entrenador hacerse cargo de la dirección técnica del primer equipo, un tiempo antes de que el argentino asumiera en el Athletic de Bilbao.

El audio dura aproximadamente 10 minutos, pero no tiene desperdicio. Las inquietudes que el Loco le plantea son propias de su personalidad. Por ejemplo, cuando Bielsa le pregunta "¿Cómo Ud. está seguro de que yo no tengo negocios espurios con los jugadores que le podría solicitar en caso de que asumiese".

Vale la pena tomarse el tiempo y escuchar la anécdota completa.

Bravos muchachitos

Matías Almeyda, dirigido por el Loco en el Mundial de 2002, cuenta una anécdota del entrenador y Claudio Paul Caniggia que lo tuvo a él como testigo de la escena.


"Un día estábamos en la camilla haciendo trabajos de kinesiología con Caniggia para recuperarnos. En cierto momento entra caminando rápido Bielsa y antes de atravesar la puerta de salida detiene su marcha y vuelve sobre sus pasos. Y pregunta: ´Claudio, ¿le puedo decir algo? Para mí, el mejor jugador que tuvo el fútbol argentino después de Maradona fue usted' Y palmeándole la espalda le agrega, serio: ´Pero…¡qué lejos está de ser ese Caniggia!´ Y se fue."


Superlógico


Juan Sebastián Verón cuenta en su biografía, "Lado V", que una vez, cuando dirigía a la Selección Argentina, Bielsa reunió a los jugadores para realizar una votación sobre cuál era el sistema defensivo preferido: si línea de 3 o línea de 4. 

Finalizado el escrutinio, el Loco recolectó los votos y comenzó a volcar los resultados en una pizarra. "Línea de 4, línea de 4, línea de 4...", anotó. Cuando terminó de contar, se dio vuelta, miró al plantel y les dijo:

-"Bueno, esto demuestra cuál es el módulo preferido de ustedes. Les quiero anunciar, entonces, que vamos a jugar con línea de tres. Chau."

Y se fue. 



Ni da la patita, ni hace el muertito

En 1992, el periodista chileno Aldo Schiappacasse entrevistó para la revista Minuto 90 al Loco, cuando aún era entrenador de Newell´s. Ya hemos compartido en este espacio fragmentos de aquella jugosa charla, pero el encuentro no dejó sólo conceptos futbolísticos.

Schiappacasse, en un artículo de hace algunos años, recordó ciertas situaciones de aquella entrevista. Resumo lo que narró el periodista:

Hace poco me lo encontré a Bielsa y me refirió una anécdota muy en su estilo sobre esta nota: "Fernando Gamboa, que venía arriba del bus con los jugadores, nos vio en la calle conversando y usted, con varios kilos menos, sostenía la grabadora en sus manos. Cuando nos encontramos, Gamboa me insinuó que yo había cedido a la sobreexposición mediática y le encontré razón", me dijo.

(...)

En la entrevista, en medio de la charla, (Bielsa) me hizo una pregunta sobre Francisco Lombardi, un cineasta y dirigente peruano. Si no era capaz de contestarla, la charla se acababa. '¿Por qué no me creyó cuando le dije que lo conocía?', le pregunté. "Quería ver si era honesto", me respondió con una sonrisa.

No sirvió de mucho, porque tras una hora y media de conversación la cortó diciéndome que estaba podrido de hablar conmigo: "A mí dar una entrevista me cuesta tanto como adiestrar a mis jugadores. Agota. Se acabó". 




A veces se te escapa un poquito el diablo


El Loco no le tiene mucha simpatía a los vuelos en avión. En una oportunidad, antes de un despegue, Bielsa llamó a la azafata y le preguntó: "Señorita, ¿usted le tiene confianza al piloto?". Sorprendida, ella le contestó: "Sí, claro, si no no me hubiera subido al avión", y ante la temerosa mirada del entrenador, agregó: "Quédese tranquilo que vamos a tener un vuelo sin sobresaltos, señor."  

Pero en medio del viaje, el avión sufrió severas turbulencias. Y el Loco, indignado, llamó a la azafata y a los gritos le dijo: "¡¡Usted es una mentirosa!! ¡¡Me mintió, me dijo que no iba a haber turbulencias!!"


¡Es hora de levantarse, querido!


Cuenta Fernando Pandolfi, exfutbolista dirigido por Bielsa en su etapa en Vélez Sarsfield, que un día llevaban casi 2 horas realizando un mismo ejercicio táctico. Con calor y extenuado, Pandolfi le dice al Loco, delante de todo el plantel: “Marcelo, estamos cansados, ¿podemos parar un poco para descansar?”

Entonces Bielsa detiene la actividad. 

-“Venga, Fernando, venga”- le dice y lo llama aparte- “Usted me entiende, ¿no? Cuando yo explico un ejercicio, usted comprende lo que tiene que hacer, lo entiende en seguida, ¿no es así?”, le pregunta el DT. 

-“Sí, Marcelo, sí”, contesta Pandolfi, entre tímido y agotado. 

-Y Bielsa le responde, a los gritos: “¿¡¿¡¿¡ENTONCES POR QUÉ NO ME AYUDA UN POQUITO, CARAJO!?!?!?”



Aquí el video donde Pandolfi cuenta la anécdota. Además, narra aquel diálogo entre el Loco y José Luis Chilavert en un viaje en avión, del que hicimos referencia en este Blog en el post "Verte feliz no es nada". Imperdible.


Es sincero y te gusta oírlo


En el 2000, Diego Simeone fue campeón de la Liga Italiana con la Lazio. Era un equipo sólido, estructurado y muy aguerrido. Pero no mucho más: no regalaba demasiados pasajes de buen juego como para que se lo recordara en el tiempo.

En uno de los entrenamientos de la Selección Argentina posteriores a aquel título, el Loco Bielsa lo llamó aparte al Cholo y le dijo, con una sinceridad abrumadora:

"¿Usted se da cuenta, Diego? Ya está, ya pasó todo. Aparte de los hinchas nadie se va a acordar de ese campeonato: ustedes no jugaban a nada."


Eso no me arregla a mí



Una vez, allá por 1996, Marcelo Bielsa coincidió en un vuelo con Jorge Valdano. Mantuvieron una larga charla en la que hablaron, por supuesto, de fútbol.

En determinado momento, el Loco se puso serio y miró fijo a los ojos a su interlocutor. Y le preguntó: 

-"Jorge, después de perder un partido, ¿nunca has pensado en matarte?"

Valdano se sorprendió con la pregunta y luego sonrió esforzándose por creer que se trataba de una broma. Pero finalmente se dio cuenta que Bielsa lo había preguntado en serio y que realmente entendía a la derrota como una herida incurable. 

Soplando brasas en tu corazón


Hoy salió a la luz el audio completo de la charla que el Loco Bielsa les dio a sus jugadores al día siguiente de haber perdido la final de la Copa del Rey ante el Barcelona y pocos días después de haber perdido la final de la Europa League ante el Atlético de Madrid.

El contenido de la misma es bellísimo. De una transparencia y honestidad que emocionan. Bielsa se reivindica a sí mismo en sus propias palabras. Un hombre que dice en el vestuario conceptos idénticos a los que sostiene delante de los micrófonos. Un hombre dolido, pero íntegro; fastidiado, pero profundamente respetuoso; decepcionado, pero orgulloso. 

Les transcribo, textual, los 9 minutos que dura la charla. Y abajo les dejo el audio para que ustedes mismos lo disfruten. De lo mejor que vayamos a encontrar alrededor de la pelota, se los prometo.


"En los próximos días el club y yo decidiremos si yo voy a seguir trabajando la próxima temporada acá en el Athletic. Las vacaciones tienen que comenzar y no sé si los volveré a ver. En el caso de que continúe, me conectaría con ustedes para programar todo lo que tenga que ver con fechas y demás. O tal vez no los vuelva a ver, porque comienzan las vacaciones y si con el club decidiéramos que yo no sea el próximo entrenador, entonces no los vería. Quería saludarlos. A lo mejor es solamente un saludo de despedida para la próxima pretemporada o a lo mejor ya no los volvería a ver.


Comentarles brevemente que fue una temporada que terminó muy mal, realmente terminó muy mal. Yo creo que no podemos ignorar cómo terminó. Sería un engaño valorar el desarrollo porque el cierre fue muy malo, muchachos, sinceramente fue muy malo. Me hago absolutamente responsable de cómo cerramos y les digo claramente por qué: nosotros jugamos un gran partido contra Portugal y de ahí en adelante todo fue negativo. El partido de ayer (contra el Barcelona) lo confirma desde mi óptica. Porque los jugadores emblema de mi forma de pensar, de mi forma de sentir el fútbol, el caso de De Marcos, Amorebieta, Susaeta, Muniain, que es un tipo con el que yo sintonizo emotivamente en la misma onda, no estuvieron a la altura del partido. En un grupo de 20 jugadores, hay jugadores que se parecen a lo que vos querés, y hay jugadores que se diferencian de lo que vos querés. Pero todos son útiles y entre todos hicimos esfuerzos enormes por conseguir las cosas muy importantes que conseguimos. 



Pero, muchachos, no estuvimos a la altura de la ilusión que generamos. Es una cicatriz, una herida. Yo ayer escuchaba en el colectivo, conversaciones, risas. Me parece inadmisible, in-ad-mi-si-ble, muchachos, movilizar un pueblo, decepcionar a un pueblo, no estar a la altura de la ilusiones que generaron. Porque yo estoy verdaderamente avergonzado de haber decepcionado a la afición del Athletic de Bilbao. Porque no pierdan de vista, muchachos, que la decepcionamos. Es verdaderamente un fracaso y es una temporada negativa. Porque vos si juegas dos finales las podés perder, no 3-0, sino 5-0. Las podés perder, no hay ningún problema. ¡Pero perder las dos finales como las perdimos, muchachos! Sinceramente, no sé cómo lo ven ustedes. Si lo del Atlético de Madrid, fue malo, lo de ayer fue muchísimo peor. Y yo les digo que soy responsable. Nosotros jugamos el partido contra el Barcelona sabiendo a qué Barcelona íbamos a enfrentar, sabiendo qué tipo de juego teníamos que neutralizar, no nos sorprendió absolutamente nada. Todo lo que creímos que iba a pasar y nos preparamos para neutralizar, es lo que pasó. Entonces, ¿cómo no me voy a sentir responsable? ¿Y cómo no me voy a sentir responsable si los tipos que representan más genuinamente mi idea son los que menos implicancia tienen en la orientación y en el tránsito del equipo? No sé si me entienden lo que les quiero decir.



Vos podés sacarte la responsabilidad diciendo: “No, porque éste”, “No, porque aquel”, “No, porque el otro”, “No, porque no hicieron caso”, “No, porque no nos preparamos”. No, muchachos, nada de eso. Entrenaron diez días como animales, obedecieron y se sometieron y se aplicaron a todo lo que yo les pedí, a todo lo que yo les propuse, a todo lo que yo aspiraba que hiciéramos para que las diferencias no fueran las que fueron. Entonces, tengan bien claro muchachos, ¡pero téngalo bien claro!, y no lo tomen como un dibujo, que el responsable soy yo y así lo siento. Lo siento de ese modo, pero ustedes no ignoren que no se puede decepcionar a un pueblo, ¡a parte un pueblo tan ingenuo, muchachos, tan ingenuo!, que va perdiendo tres a cero con una herida abierta y ustedes hacen una jugada mínimamente positiva y se la aplauden al minuto ochenta. Es un pueblo tan extraordinario, muchachos, tan extraordinario, tan extraordinario y ustedes son un desprendimiento de ese pueblo. ¡Ustedes son ese pueblo! Ustedes son la misma clase de gente de la que estamos hablando: gente extraordinaria.  Pero lamentablemente, muchachos, no estuvimos a la altura. Yo estoy avergonzado, ¡a-ver-gon-za-do! Porque haber jugado el partido que jugamos contra el Sporting de Lisboa, y de ahí en adelante, cuando ya todos los objetivos estaban logrados, donde había que demostrar grandeza, fuerza, personalidad, confianza en uno mismo...reforzar todo lo que habíamos hecho, hicimos todo lo contrario. 



Les insisto: cuando yo les digo que me siento responsable, yo no me sentiría responsable si hubiera manejado un grupo que no obedeció, que no sintió, que no se dejó convencer, que retaceó, que abrió grietas internas, pero esto fue todo lo contrario. Los que no jugaron, muchachos, a los Zuabiaurre, a los Koikili, a los Aitor Ocio, tipos que podrían haber hinchado los huevos, pero no. Todo el mundo encolumnado atrás del proyecto de lo que yo estaba proponiendo. Yo no tengo que nada que reclamarle a nadie, pero por el bien de ustedes, por el futuro de ustedes, tengo la obligación de decirles eso: decepcionaron a un pueblo que no lo merecía. ¡Y no hacía faltar salir campeón para no decepcionar, eh! Téngalo claro. Hacía falta como les dije ayer: en vez de tener miedo a perder, jugar para ganar. No jugamos para ganar, no jugamos para ganar ayer y no jugamos para ganar con el Atlético. Porque para jugar, para ganar, muchachos, hay que hacer lo que uno planeó que había que hacer, creyendo que eso te iba a permitir el triunfo. Y nosotros no hicimos eso. Ya todo es pasado, ya no hay partidos para ver, ni cosas para analizar, ni cabezas que ordenar, ni mensajes que dar. Ya la oportunidad la dejamos pasar. Y aparte, también, tengan conciencia que son muy jóvenes, son muy jóvenes, son millonarios prematuros, no tienen problemas, no les importa mayormente lo que va a pasar, porque todo el mundo tiente resuelto lo que va a pasar, se permiten reírse después de ver que hay hay tipos que vienen caminando de Madrid. Y nosotros estamos arriba de un colectivo riéndonos después de haber perdido una final. 



Se permiten todas esas cosas pero ni el fútbol ni la vida es así, muchachos, porque ustedes estas dos oportunidades va a pasar muchísimo tiempo, ¡pero muchísimo tiempo!, para que tengan revancha. Y se van a acordar de esto que yo les estoy diciendo; y les insisto, no se trata, ¡no se trata! de haber ganado, sino de cómo perdimos.



Entonces para mí todo el tránsito, que fue extraordinario, porque jugaron partidos extraordinarios, verdaderamente extraordinarios, lo opaca esto. Y más lo opaca el no saber por qué. Porque la realidad muchachos es que no sabemos por qué. A mí no me alcanza con decir las conclusiones del primer partido (contra el Atlético de Madrid) fueron que estábamos demasiado nerviosos, y todas las que ustedes atribuyeron. Y si me preguntan por qué, peor todavía, no sabría por qué. 



Bueno, nada más muchachos. Los saludo por si no nos volvemos a ver. Y si nos volvemos a ver lucharemos por seguir produciendo algo importante".



Nunca nada especial


Ayer, en el entrenamiento del Athletic, Marcelo Bielsa discutió con Fernando Llorente y el delantero abandonó la práctica.
La multiplicidad de medios de comunicación que abundan en estos tiempos convierte una simple, común y corriente discusión entre un futbolista y su entrenador en tema de la semana. Quizás no haya sido más que eso: un intercambio de opiniones con el disgusto consiguiente de una de las partes. 


Pero Bielsa tuvo otras discusiones y altercados con algunos de sus dirigidos. Fue publicada en este Blog la pelea que tuvo con José Luis Chilavert hace ya varios años. 

Y otra que tomó mucha repercusión en los medios fue la que protagonizó con José Luis Calderón, en 1999. Aquí los hechos.

Finalizada la Copa América de Paraguay de aquel año, y prontos a subirse al avión para retornar a la Argentina, al Loco lo llaman a su celular para comentarle que Calderón había declarado en una entrevista que "había venido de sobra, a tapar un agujero, a llenar un hueco". Resulta que el delantero fue el último jugador en ser convocado y el DT no le dió ni un minuto de juego en la competición. "Para eso, hubiera llamado a un chico y no a mí", dijo José Luis. Enterado de estas declaraciones, Bielsa lo encaró delante de varios jugadores, en la sala de pre-embarque del aeropuerto.

Enfurecido, le preguntó: -"¿Cómo pudiste decir públicamente que acá estuviste de más? No te mereces haber venido".

-"Estuve de adorno, reconocelo. ¿Para qué carajo me trajiste?", contestó el delantero. 

-"Sos una basura por decir eso", le espetó el Loco.

-"Y vos sos un hijo de puta."

Los jugadores de la Selección que presenciaban el episodio buscaron calmar las aguas, separando a los protagonistas. Ellos entendían que el reclamo de su compañero ante la prensa no correspondía, pues pretendían que los conflictos se resolvieran puertas adentro.


Ya en Ezeiza, Bielsa brindó una conferencia de prensa y cuando le preguntaron por este altercado dijo: "Puedo equivocarme pero eso no autoriza el reclamo entre profesionales. Una convocatoria no presume participación. Si me pide eso, no se puede. Hay 22 jugadores. Las reglas del juego no son novedosas: esto es antiquísimo en el profesionalismo." Y cerró el tema.

Días más tarde, Calderón confesó que ya se le había pasado la bronca y hasta dijo que aceptaría tomar un café con Bielsa.

Un listo de centavos



Hace unos años, cuando Bielsa dirigía a la Selección Nacional de Chile, un periodista intentó engañar al Loco haciéndole creer, a través de un regalo "desinteresado", que estaba probando medialunas argentinas cuando en realidad eran chilenas.

Y en la conferencia siguiente al episodio, el reportero, creyendo que el entrenador las había probado, intentó hacerle pisar el palito. Pero Bielsa estaba un paso adelante...


-Periodista: “Marcelo, ahora que probó las dos ¿qué medialunas le gustan más: las argentinas o las chilenas?”

-Bielsa: “No comí las medialunas chilenas. Usted tuvo la gentileza de hacérmelas llegar y por el mismo medio yo se las devolví y se las agradecí. Ahora me doy cuenta que usted me las regaló con una intención."

-Periodista: “No, se las regaló un colega mío.”

-Bielsa: “No, no. Usted me las regaló.”

-Periodista: “Sí, se las pasé porque no podía venir el panadero.”

-Bielsa: “No, no fue ése el relato. Usted me dijo: ´Sin ninguna intención le hago un regalo de facturas chilenas´. Yo insistí para no recibirlas. Me pareció que devolvérselas era una descortesía y, entonces, utilicé a un amigo suyo para hacérselas llegar. Pero como desconfiaba de su actitud, y me doy cuenta que no me equivoqué, no las comí.”

Testigo de caricias


Cuando falta una semana para que el Athletic de Marcelo Bielsa vuelva a juntarse para preparar una nueva temporada, les dejo dos anécdotas del Loco que tienen la similitud de tener como protagonistas a aficionados del equipo bilbaíno. Y agrego un video que da cuenta de ello.



En una de sus habituales caminatas matinales, Bielsa fue abordado por un chico con un álbum de figuritas en la mano. El pequeño le solicitó al Loco que le firmara un autógrafo. Él le dijo que no, pero que le prestara el álbum y que al día siguiente fuera a la puerta del centro de entrenamiento del Athletic. El niño, asombrado ante la reacción del DT, cumplió con el pedido y esperó en dónde se le había indicado. Y no fue menor su sorpresa cuando vio salir a Bielsa con el álbum autografiado por todos los jugadores y con un par de entradas para ver al Athletic en su interior.




En otra oportunidad, también en las puertas del predio de Lezama, se produjo el siguiente diálogo cuando un aficionado se acercó a Bielsa: 

-Gracias por venir a Bilbao, Marcelo. Necesitábamos de alguien de su estatura futbolística, humana y ética. 

-Muchas gracias

-¡Se lo digo en serio, eh!

-Gracias. Aunque no me lo creo, no vaya a creer que soy zonzo. 


Recuerdos que mienten un poco



Un periodista le preguntó, no hace mucho, a Nelson Vivas si mantenía contacto con Bielsa (el Loco lo dirigió en la Selección Argentina). Y Vivas contestó:

"Sí, cada tanto me llama. Cuando fuimos campeones con Estudiantes (N. del E.: Vivas fue ayudante de campo de Simeone en ese campeonato), a los tres meses estaba manejando por la autopista y me suena el teléfono. Era Marcelo. Nos felicitó por el título, me hizo comentarios del funcionamiento del equipo y de golpe me pregunta a dónde iba. ´A La Plata, al Guly (Andrés Guglielminpietro) le faltaba uno para completar un fútbol cinco y me invitó´. Y Marcelo me dijo: ´Mire, Nelson, lo poco que sabré yo de fútbol. Pero usted, para mí, era fundamental y ahora está yendo a un picado porque falta uno´".


Tics de la revolución

Como despedida de año, y no sin antes desearles lo mejor para lo que viene y agradecerles por las muestras de respeto hacia este espacio, les dejo dos anécdotas del Loco. Viejas, sí, pero que merecen el recuerdo. 



La primera la relata Raúl Gámez, ex presidente de Vélez en la época en la que Bielsa dirigía al club de Liniers.

"Marcelo me había pedido unos datos importantes para su trabajo. Pasados unos días del pedido, me acerco en un entrenamiento y lo llamo al borde de la cancha para decirle que ya tenía los datos. A lo que Marcelo me contesta con notorio fastidio: ´¡Este no es el momento, hágame el favor!´ ¡Sí, me echó! Pero lo reconozco como un acto de profesionalismo."



La que sigue la contó Martín Posse, el Cholo, quien fue dirigido por el Loco en Vélez y en Espanyol de Barcelona. 

"Recuerdo, sin ir más lejos, el día de mi boda. Hicimos la celebración el mismo día en que jugamos un partido contra Boca Juniors, unas horas más tarde. Y Marcelo Bielsa se plantó en la boda con el video del partido que acabábamos de jugar bajo el brazo. Un genio."

Esta ciudad está encantadora - Complemento

Para ilustrar la anécdota narrada en el post "Esta ciudad está encantadora", les dejo el video de J.L. Chilavert contando la situación de referencia. 

Esta ciudad está encantadora

Una gran relación une a José Luis Chilavert con el Loco Bielsa. La anécdota publicada en este Blog, "Verte feliz no es nada", es una muestra de ello.
Aquí, otra situación simpática narrada por el arquero paraguayo.

"Una vez le regalé una chomba cuando estábamos en Vélez y él me preguntó dónde la había comprado. Le dije que en Nueva York, y le pregunté si conocía esa ciudad. Cuando me contestó que no, le insistí que la tenía que visitar, que para mí era la mejor ciudad del mundo. Pasaron cuatro años, estaba jugando en Francia y suena mi teléfono. ¡Era él! Me llamó y me dijo: ´Chilavert, tenía razón, esta ciudad es muy linda. Además, quería hacerle una pregunta: ¿Dónde compró aquella remera que me regaló?´."


Ay, ay, ay, qué risa le da

Lo que sigue es una anécdota muy entretenida que cuenta el Loco y que aparece en la película sobre los 100 años del club Vélez Sarsfield. Trata sobre Simeone y su padre. Resulta curioso de la misma, la distensión con la que se muestra Bielsa.


Con la costumbre de no contentarse con los restos

Este es un fragmento de una nota publicada en el diario El País, de España, por el periodista David Trueba. Narra un encuentro entre Pep Guardiola y Marcelo Bielsa.

Hace ya un tiempo publiqué en este Blog, bajo el título "Entre dos genios", una charla que habían mantenido ambos entrenadores. Son dos personajes que comparten una mirada similar sobre el fútbol, aunque con particularidades inherentes a cada personalidad. Obsesivos por el trabajo, inteligentes, ofensivos, amantes del buen juego. Pep y el Loco, dos fantásticos entrenadores.


"La conversación con Marcelo Bielsa fue intensa. Se prolongó durante 11 horas, tras un asado en su casa de campo en las afueras de Rosario. Allí hubo discusiones acaloradas, consulta al ordenador, repaso de técnicas, puesta en escena de posiciones. Hubo preguntas complicadas: '¿Por qué usted, que conoce toda la basura que rodea al mundo de fútbol, el alto grado de deshonestidad de cierta gente, aún quiere volver ahí, y meterse además a entrenar? ¿Tanto le gusta la sangre?'. Pep no se lo pensó dos veces: 'Necesito esa sangre'.

Marcelo Bielsa, que es un entrenador compulsivo, un arquitecto del caos, tuvo palabras de ánimo, pero también sembró de incertidumbres el camino. Le explicó por qué no concedía entrevistas personales a los medios de comunicación. Se resistía a caer en esa especie de juego con los locutores influyentes, con los grandes grupos mediáticos. '¿Por qué le voy a dar una entrevista a un tipo poderoso y se la voy a negar a un pequeño reportero de provincias? ¿Por qué voy a acudir a una emisora líder cada vez que me llame y en cambio jamás a una pequeña radio del interior? ¿Cuál es el criterio para hacer una cosa así? ¿Mi propio interés? Eso es ventajismo.' Guardiola adoptó la medida apenas se hizo cargo del primer equipo del Barcelona. Decidió no conceder entrevistas personales. Someterse, por supuesto, a las ruedas de prensa, tres por semana, sin vetos ni duración acotada, pero no pasar de ahí."