La argentinidad al palo

En el año 1999, previo a un amistoso de la Selección Agentina en Estados Unidos, los periodistas que fueron enviados a cubrir el partido le pidieron a Bielsa si les podía conceder algunos minutos para una charla informal. El Loco aceptó gustoso y se presentó a la hora indicada. La charla se prolongó por más de cuatro horas, pasando la medianoche. En ella, Bielsa reflexionó sobre la situación del fútbol argentino en aquella época, no muy diferente a la actual:

Es difícil que los técnicos estén dispuestos a aportar a la Selección algo más que sus jugadores. Y es una pena que no lo hagan para enriquecer el fútbol argentino. Es como si no entendieran que hubo estratos superiores en las sociedades, que fueron capaces de producir cambios mucho más profundos. Y no se está hablando de fútbol, claro. ¿Por qué entonces no se puede juntar un puñado de técnicos? Quizá la soberbia pueda más e impida colaborar para dar este reclamado salto de calidad. Pero ellos no son los únicos responsables: ¿cuál es el soporte que brindan los dirigentes? Todo se vincula.

¿Ñuls o Central? ¡Bielsa!

Cristian González, el Kily, identificado con Rosario Central y confeso hincha de la institución, reflexiona sobre los años en los que fue dirigido por el Loco. Esto demuestra que la grandeza de alguien como Bielsa trasciende más allá de los colores de la camiseta.

Es que Marcelo fue el técnico que sacó lo mejor de mí. Bielsa me convertía en un crack. Explotaba todas mis cualidades y mejoraba mis defectos. Me dio lo que me faltaba como jugador. Buscaba la perfección. Y eso que la perfección no existe... Pero él la buscaba igual. El te exigía a full. El ejemplo está en Ariel Ortega. ¿Cuándo lo viste al Burrito corriendo por toda la cancha a Roberto Carlos? Bueno, Bielsa lo logró. Equivocado o no, convenció a un montón de monstruos de su estilo de juego. Y te hablo de nenes como Batistuta, el Cholo Simeone, Sensini... Y encima era buena gente. Bueno, yo puedo estar hablando tres horas de Marcelo Bielsa... Fijate que no hay jugador que te hable mal de él. Yo lo admiro, marcó una época e hizo historia, porque ganó los Juegos Olímpicos. Que no dirija es una pérdida para el fútbol argentino.

Locura de locuras

En una entrevista hace algunos años, el periodista rosarino Luis Yorlano le preguntó a Norberto Scoponi, ex-arquero de Newell´s y dirigido por Marcelo Bielsa, cuál había sido la situación más insólita que le había tocado vivir con el Loco.
Scoponi contó, entonces, que en un partido él tiraba, en todos los saques de meta, la pelota directamente a la tribuna a la altura de media cancha, provocando el abucheo general del público.
Bielsa le había dado la orden, explícitamente, de tirarlos todos afuera, pues decía que del saque lateral del rival recuperaría la pelota más rápido.

El único grito que valía

Bielsa a los periodistas, cuando el Loco era técnico de la Selección Argentina.

“Denle ese mensaje a la gente, a los ignorantes díganle: el que pierde es un inútil, porque así está planteado.”

Entre dos genios

Marcelo Bielsa y Pep Guardiola comparten gustos futbolísticos. Por ejemplo, ambos han admitido, públicamente, que el estilo de juego con el cual más se identificaban era el del Ajax de Van Gaal.

Con motivo de discurrir sobre fútbol, en una charla entre ambos, el Loco le comentó a Pep:

"Pep, a los buenos jugadores los vemos vos, yo y la mayorí­a de la gente. Pasa lo mismo con los jugadores malos. El mérito está en advertir y saber que el jugador normal va a ser bueno"

La vuelta olímpica

Este es un compendio de algunas frases pronunciadas por el Loco apenas consumada la consagración en los Juegos Olímpicos de Atenas, en 2004.

-"Haber salido campeón del fútbol en los Juegos Olímpicos es un logro de muchísima dimensión."


-"Tengo una alegría genuina, pero no es en respuesta a ninguna cuestión anterior.


- (Cuando se le preguntó si había llorado) "Siento una alegría proporcional a la magnitud del evento. Pero no por no haber llorado estoy menos contento."


-"No imagino lo que pudo generar este logro en Argentina, porque es difícil predeterminar la conducta popular cuando se trata de expresar alegría."

Nadie es perfecto

Nota de Clarín publicada el 12 de Agosto de 2007.

"Miércoles 31 de marzo de 1999. Estadio Amsterdam Arena, tras un Holanda-Argentina empatado en un gol. Conferencia de prensa de Marcelo Bielsa, con mayoría de periodistas holandeses y un puñadito de cronistas argentinos.

-¿El hecho de que haya reemplazado a Ortega al término del primer tiempo significa que no lo conformó su trabajo?, pregunta Clarín.

-No. El rol de él en el equipo lo cumplió tal como estaba previsto. Trabajó muy bien para que Zanetti pudiera desengancharse por el lateral. Lo que pensé, cuando decidí el cambio, fue que Ortega podía haber sentido el desgaste y que con la presencia de Guglielminpietro podíamos insistir por ese sector.

Bielsa se queda pensativo unos segundos. Espera los últimos interrogantes. Pero se adelanta y busca con la vista al enviado de Clarín. Y toma la palabra sin que haya mediado repregunta alguna.

-Quiero hacer una salvedad ante su pregunta anterior. Creo que no fue un acierto haber sacado a Ortega. No por la productividad mayor o menor del jugador que ingresa comparada con la del que sale, sino porque seguíamos necesitando un jugador de las características de Ariel. Y Guglielminpietro no tiene esas características. La pérdida de la pelota que sufrimos en un momento indicó que yo debía haber mantenido al mismo jugador o haber hecho entrar a uno parecido. Cuando me di cuenta de la equivocación, saqué a Guglielminpietro y coloqué a Crespo para darle más contundencia al ataque y a Gustavo López para que hiciese de enlace entre los volantes y los delanteros.

El periodista, acostumbrado a los entrenadores que jamás ejercitan la autocrítica, habituado a las respuestas sin compromiso ni nombres propios, pour la galerie, de casete, o como quieran llamársele, se sorprendió con semejante acto de sinceridad brutal. Y se lo agradeció con gusto."

De a uno

Muchas veces se ha escuchado, durante el ciclo de Marcelo Bielsa como entrenador de la Selección Argentina, la pregunta sobre la posibilidad de que Batistuta y Crespo jugaran juntos. Sabido es que nunca fue del agrado de Bielsa la inclusión de dos centrodelanteros en un mismo partido. En el año 2000, el Loco brindó la siguiente explicación al repecto.


“Ambos (Batistuta y Crespo) son jugadores muy destacados, desde hace muchos años. Y que por lo menos desde hace cuatro años conviven en la Selección. Sin embargo, no han jugado juntos. No me parece bien decir yo no voy a hacer esto, ni digo que sea posible o imposible. Lo que digo es que habría que articularlo y que para que jueguen juntos habría que renunciar a un wing o al volante creativo, y esa es una idea que no me atrae. Es mi predilección, pero en un entrenador la predilección es significativa. Yo prefiero jugar con un centrodelantero y no sacrificar a un wing. Momentáneamente yo elijo por este estilo, sin creer que es el mejor, pero es el que desde mi punto de vista permite la convivencia de la mayor cantidad de jugadores que para mí tienen que estar en el equipo. Pero sin tiempo para armonizar la convivencia de los dos jugadores con el resto de la estructura, la posibilidad se hace más difícil"

Palabra de hermano

Lo que sigue es un fragmento del libro "Argentina, una luz de almacén", de Rafael Bielsa, el hermano de Marcelo, en donde el autor cuenta un par de anécdotas que lo tienen al Loco como protagonista.


"Es la noche del 28 de diciembre; suena el teléfono y respondo. Miro la hora: las 11 y media. Mi hermano Marcelo me habla desde la ruta.

-¿Te acordás del 31 de mayo del ´98, cuando te dediqué el campeonato de Vélez en “Fútbol de Primera”?- me descerraja a boca de jarro…

Cómo no me voy a acordar…

-Bueno,- continúa, inexorable- Creo que no debí haberlo hecho.

Por una décima de segundo me estremezco. Lo imagino irrumpiendo en “Fútbol de Primera” a paso redoblado, dispuesto a enmendar la injusticia retirándome el homenaje; involuntariamente, aprieto el puño como atrapando un talismán…

-Tengo tres razones -se explica-. La primera es que uno no debería disponer de la totalidad de lo que sólo es parcialmente propio. Aquella noche, campeones habíamos salido todos, los jugadores y yo, de manera tal que al haber estado ausente del programa el plantel completo, yo no debí apropiarme de ninguna manera de lo que no era mío.

- La segunda razón es que si una dedicatoria contiene un sentido eminentemente personal, ya que uno expresa un sentimiento íntimo, de dicho modo debería hacérsela llegar al destinatario, y no por televisión.

- En tercer lugar,- cierra- uno no debe dar al periodismo una herramienta tan poderosa como el conocimiento de la propia emotividad desnuda. Si todos los que acceden a ella le fueran a dar el trato que merece un sentimiento noble, podría ser, pero no hay garantías, no hay garantías.

…La conversación gana caudal… Una parte de mi cabeza repite una maniobra que vi en algún partido de los que jugó la selección nacional, una jugada que sólo puede concebir una mente martirizadamente concienzuda.
Ortega toma la pelota, y el soplo de su irreflexión la conduce entre las piernas de varios rivales, se la pasa al Piojo López que generosamente se estira sobre la otra banda, como hacen los corredores olímpicos que están a punto de cruzar la meta, como hacen los pájaros, y éste la hace llegar a Batistuta, que está en el lugar justo en el momento adecuado, en ese sitio inacabablemente identificado y ocupado durante los fatigosos entrenamientos. Batistuta, con un remate despiadado transforma las largas horas de falta de autoindulgencia, de aplicación y de tenacidad, en gol argentino…

…Recuerdo que le hablé de ese gol a mi hermano Marcelo.

´, me dijo, ´pero en las prácticas Bati no disparaba con violencia, sino que tenía que tocar suave a un costado del arquero, tomándolo a contrapierna. El tanto que te gustó no debió haber sido gol. Te voy a dar tres razones por las que no es justo que la jugada terminara como terminó...´"



Rafael Bielsa, en “Argentina, una luz de almacén”, Editorial Sudamericana.

Y un día, volvió


El lunes pasado, Marcelo Bielsa asumió como entrenador de la Selección de Chile. Desde este espacio, celebramos la vuelta al fútbol de un tipo inteligente, sincero, honesto, respetuoso y trabajador.
Lo siguiente, son algunos de sus principales conceptos vertidos en la conferencia de prensa, de una hora y media de duración, en la que el Loco fue presentado en su cargo.


-"Esa pregunta [si tiene la fórmula para vencer a la Argentina en el debut de las eliminatorias] indica que poseo un recurso oculto que no tengo. Los que compiten son los futbolistas y sus estados anímicos. Trataremos que esos elementos se complementen y podamos vencer a los rivales."


-"Tengo ideas que difícilmente abandono porque me hacen como entrenador. Me siento más cómodo si el equipo que dirijo logra atacar durante más tiempo del que defiende. Cuanto más rápido recuperemos la pelota, más posesión tendremos. Haré los esfuerzos para que esa idea sea bienvenida por los jugadores."


-"El fútbol actual es muy ágil, cambiante, sorpresivo y dinámico. Eso hace que las composiciones iniciales de un equipo se modifiquen infinidad de veces en el partido."

Bienvenida tu vuelta al fútbol, Marcelo. Te estábamos esperando. Mucha suerte.

Fiel a sus principios

La siguiente declaración fue hecha por Marcelo Bielsa en 1998, pero me parece que hoy, a pocas horas del ofrecimiento que le han realizado para dirigir a la Selección de Chile, adquiere un valor especial.

"Un entrenador no es mejor por sus resultados ni por su estilo, modelo o identidad. Lo que tiene valor es la hondura del proyecto, los argumentos que lo sostienen, el desarrollo de la idea. No hay que juzgar la idea, sino el sustento. Yo puedo valorar proyectos antagónicos. Lo que nunca se puede hacer es sustituir las convicciones."

Estilo Bielsa

"Conceptualmente, para mí, todos los partidos son iguales: hay que dominar y protagonizar todo lo que se pueda. Cualquier otra cosa no entra dentro de mis concepciones. La única manera que entiendo el fútbol es la de la presión constante, jugar en el campo rival y el dominio de la pelota."

Ni Menottistas, ni Bilardistas...Bielsistas

A continuación se cita un fragmento de una entrevista de Clarín realizada a Marcelo Bielsa en 1998.

"-Si tuviera que elegir, diría que me siento más cómodo con el orden que con la espontaneidad. Hay entrenadores que propician un clima creativo dentro del equipo. No es que yo no valore eso, pero hay situaciones que son antagónicas y un técnico no puede estimular simultáneamente las dos cosas.

-¿Por qué no?

-Porque el orden tiene reglas y la espontaneidad tiende a la ausencia de reglas. Teóricamente no habría obstáculos para que convivan, pero en la práctica los mensajes que propician una cosa se contraponen con los otros. Entonces es díficil ser ordenado y espontáneo a la vez. Esa es, para mí, la gran clasificación de los entrenadores: los que privilegian la resolución del juego a través de las respuestas individuales o los que acentúan en la preconcepción de esas respuestas. Creo en eso más que en la división entre defensivos y ofensivos. Esa caracterización es sumamente engañosa, porque los equipos no están preparados para una cosa o la otra, sino para las dos, en proporciones que nadie puede determinar de antemano."

En las buenas y en las malas


La eliminación en primera ronda del Mundial de Corea-Japón en 2002 ha sido un hito en la carrera profesional de Marcelo Bielsa. Este hecho fue, y aún lo sigue siendo, alimento de las más feroces críticas hacia su persona, muchas de las cuales carecen de fundamentos futbolísticos y se remiten únicamente al resultado deportivo en dicha competencia.

A continuación se citan algunas declaraciones del Loco, en los meses posteriores a la eliminación.


"Parece que como perdimos no tenemos más derecho a nada. Yo tuve la suerte de que me renovaran el contrato, lo agradezco, lo celebro y lo valoro. Es el mayor éxito de mi carrera deportiva. Es un reconocimiento en el fracaso."

"Acepto que soy el responsable, pero no soy un inútil."
"Una porción de la prensa considera que al conjunto que perdió hay que destruirlo y buscar argumentos para que quede como inútil."

Mucho gusto

“Buenos días, yo soy Marcelo Bielsa”

Como si hiciera falta aclararlo, así se presentaba el Loco ante el plantel en los primeros entrenamientos de la Selección Argentina.

Hasta la victoria siempre

Ya se ha mencionado en este Blog el cáracter ofensivo y protagónico indiscutible que la Selección ha demostrado durante la gestión del Loco como D.T. A continuación, Marcelo Bielsa explica el porqué de semejante devoción por el ataque.

“Yo no concibo el fútbol sin protagonismo. Tengo una atracción exagerada por la victoria. Y el protagonismo es el mejor camino para acercarse a ella. Mi intención siempre es ser protagonista. Creo en eso, me hace sentir seguro. Es más, me siento muy incómodo con la especulación. Desconfío porque la especulación siempre me defraudó, me golpeó. Jamás pensaría un partido especulatativo, no protagónico y que el equipo no tenga el objetivo de situarse en el campo contrario. En cualquier cancha y frente a cualquier rival. Hay un empalme más armónico entre la pretensión y la posibilidad. Creo en los líderes, son indispensables porque todos necesitamos ser conducidos. Los momentos difíciles exigen una figura referencial.”

Divina TV führer

Marcelo Bielsa siempre se ha caracterizado, entre otras cosas, por estudiar minuciosamente a sus rivales: su forma de juego, su disposicón táctica, sus puntos fuertes, etc. De hecho, muchas veces han remarcado las horas que el Loco ha pasado grabando y analizando videos.
A continuación, alguien que ha estado cercano a Marcelo durante su gestión como D.T. de la Selección Nacional comenta cómo era el trabajo que se tomaba para estudiar los partidos.


"Siempre tenía a mano una colección de bolígrafos de diferentes colores y pilas de folios de papel: algunos en blanco, otros con líneas y otros con el área marcada.
Lo que hacía, entre otras cosas, era dividir cada partido que estudiaba en segmentos de cinco minutos, anotando con bolígrafo de un color qué equipo controlaba esos cinco minutos; con otro color, las oportunidades de gol; con otro, el porcentaje de posesión; con otro, dibujaba las jugadas; y con otro calificaba con una puntuación del 1 al 10.
Era un trabajo duro. De 10:00 de la mañana a 10:00 de la noche, trajinaba sin parar: grabando, editando, coloreando, haciendo anotaciones. Y construyendo la biblioteca de fútbol más culta del planeta."

Por amor a la camiseta

Juan Manuel Llop, quien ha sido dirigido por Marcelo Bielsa en Newell´s, contó en el diario Olé la siguiente anécdota:

"En el 4-0 a Central en 1991, cuando mete el gol Cozzoni, sale a festejarlo y va Bielsa corriendo detrás de él. `¡La camiseta! ¡Esa camiseta es para mí, Ariel!´, le gritaba, mal, para que se la regalara. Estaba sacado."

Que sea hasta pronto


"Me quedé sin energía".

Eso dijo Marcelo Bielsa el 14 de Septiembre de 2004, cuando decidió renunciar a su cargo de Director Técnico del Seleccionado. "Cuando eso pasa, no es decente insistir. Una persona para ser decente tiene que ofrecerle a la tarea la energía que reclama. El desgano presagia tempestades si uno no lo resuelve. Cuando vi que el desgano estaba instalado, tomé la decisión".

Loco, nosotros te seguimos esperando. El tiempo te dió la razón.

Bielsa auténtico

Lo que siguen son dos indicaciones del Loco, que sirven para mostrar algunos ribetes de su personalidad fuera del ámbito formal de las conferencias de prensa.

A Palermo, cuándo el 9 demoró una definición: "Pateá, pateá, que me vuelvo loco."

A Gallardo, Bassedas, Palermo y Guillermo, en un entrenamiento: "No hay cambio de ritmo, no hay ataque...no hay dolor".

Si él lo dice... (Parte II)


        Algunas reflexiones de Marcelo sobre la actualidad futbolística y sobre la labor que debe tener un entrenador.


        -"Antes había muchos y muy buenos jugadores. Ahora hay no tan buenos y en mucha menor cantidad. Por eso ahora resulta mucho más difícil marcar grandes diferencias y gestar grandes actuaciones."


        -"Un buen entrenador debe acercar a sus jugadores a su máximo potencial, o descubrirlo. Esa es su principal función, y la que debe ocuparlo todos los días en su trabajo cotidiano."


        -"Encuentro en el país un exitismo acentuado, en el que parece que éxito y felicidad son como sinónimos. Recuerdo que en México, por ejemplo, felicidad y éxito son dos cosas diferentes."

        ¿Obsesivo yo?

        Los que solían frecuentar el predio de Ezeiza durante los años en los que Marcelo Bielsa estuvo a cargo del seleccionado, han revelado algunas de las manías que tenía el Loco:
        Contaban que a las 7.15 desayunaba rodeado de una pila de diarios y, que para sorpresa de algunos, no arrancaba leyendo las noticias deportivas, sino que se informaba leyendo todas las secciones del diario. A las 12.30 puntual, ingresaba en el salón comedor para almorzar. En cuanto a la distribución de las habitaciones, Bielsa también era puntilloso: distribuía a los jugadores en siete cuartos, separándolos por puesto, por clubes y por edades, con el fin de que se conocieran mejor.

        De acá

        "Soy partidario de un fútbol más urgente y menos paciente. Porque soy ansioso. Y también porque soy argentino

        Van de la mano los dos

        En 1999, le preguntaron al Loco en una conferencia de prensa si él prefería ganar, o jugar bien y gustar. Mirando fijamente el micrófono y, como es su costumbre, pensando cuidadosamente las palabras que iba a utilizar, respondió:


        “No estoy de acuerdo con eso de separar ganar y jugar bien. No es justa la división de la jerarquía de los recursos y de la victoria como hechos independientes. No hay camino más corto y agradable como la belleza del juego. No me parece bien que el planteo tenga que hacerse con tendencia a separarlos. Se escucha mucho la pregunta ganar o jugar bien. Creo que debería ser una afirmación: jugar bien para ganar, y no una interrogación entre dos opciones”

        Si él lo dice...


        Algunas frases futboleras del Loco, respecto al juego mismo y a las distintas vicisitudes que este deporte ofrece:

        -"Yo soy un convencido de que hay que saber jugar mal. Y para eso, lo primero que se debe hacer es aceptar ese hecho no deseado para llevar el partido a un terreno neutro e intentar mejorar desde allí."

        -"Me importa muchísimo ganar y para eso quiero que mis equipos jueguen bien, pero entiendo que se puede no ganar y que eso no necesariamente tiene que significar un fracaso. El fútbol no es una cuestión matemática."

        -"Hay que ser muy cuidadoso con eso de mandar al área rival. Si yo le pongo cinco delanteros, el rival se va a defender con seis. Y sin espacios, los que sacan ventajas son los que defienden, claro."

        El lujo es vulgaridad


        Apenas asumió como técnico de la primera de Newell´s Old Boys, en 1990, Bielsa realizó una gira con el equipo por el Norte del país. Carlos Altieri, hombre muy cercano a Marcelo en esa etapa, cuenta: "Desde la óptica nuestra, veíamos que el cuadro estaba aburguesado. Era un equipo que vivía en hoteles de cinco estrellas y que disfrutaba de una gloria que ya había pasado. Y eso en el fútbol es morirse de a poco, porque no tiene sustento. Entonces, la primera propuesta fue de austeridad: hacer una gira al Norte y parar en hoteles de dos estrellas. Lo bueno fue que los grandes se sumaron al proyecto."

        Fernando Gamboa no olvida esa famosa gira: "Me acuerdo que en Tartagal, Salta, el hotel era deprimente. Llegamos y no queríamos bajar. Se lo dijimos a Bielsa. Él nos juntó en el fondo del micro y nos dijo:El hotel no es bueno, así que hay dos posibilidades: nos quedamos o nos vamos’. Todos nos miramos, o mejor dicho, los más chicos miramos a los referentes: el Tata Martino, Pepe Scoponi, Julio Zamora y otros, pensando qué podíamos responder, pero Bielsa dijo:Nos quedamos acá’. Ahí nos dimos cuenta que había preguntado por cortesía."

        "Lo cierto es que el Loco tenía todo planeado desde que salimos de Rosario", agrega Altieri.

        Alguna vez Bielsa declaró: "Para conseguir el éxito es inevitable el sufrimiento y la humildad."

        El modelo

        Hay una clara identificación de Marcelo Bielsa con Louis Van Gaal respecto a los pensamientos futbolísticos. De hecho, en repetidas oportunidades, el Loco ha manifestado su admiración hacia el técnico holandés. Hace algunos años atrás, Bielsa declaró:

        "El modelo ajeno que más me gusta es el Ajax de Louis Van Gaal. Es decir, un equipo con flexibilidad para componer sus líneas de acuerdo a las exigencias del planteo del rival, en el momento de la recuperación. Además, a mí me interesa que el equipo tenga un proyecto propio e independiente en ofensiva."
        "El Ajax realizaba, en promedio por partido, 37 pases hacia atrás. El aficionado los rechaza, por ansioso, pero indudablemente, esa jugada es el comienzo del nuevo intento."

        Lo que se dice laburar


        Carlos Altieri tiene una gran amistad con Marcelo Bielsa. De hecho, él fue quien promovió la designación de Bielsa como D.T. de Newell´s, a mediados de los ´90, cuando el ciclo de Yudica estaba cumplido.
        A continuación, relata cómo era el trabajo del Loco cuando dirgía, allá por los ´80, en las inferiores de Newell´s.

        "(...)Fue en el ochenta y pico. Al principio, le dieron una división que no era tan importante y un año después empezó a reclutar jugadores, sin saber que, con el tiempo, ese grupo le iba a dar tantos títulos al club(...)"
        "Marcelo se toma un año en el que hace toda una selección de jugadores, recorriendo el país en un Renault 6. Yo lo acompañé en muchos viajes, como amigo. Me acuerdo que fuimos a Bahía Blanca a buscar a Quito Paz, que era de allí, y al Negro (Marcelo) Escudero, que vivía en Punta Alta (una localidad vecina). Salimos a las siete de la tarde de la terminal de ómnibus y a las pocas horas el colectivo paró, creo que en Junín. Bajamos a comer una pizza y cuando volvemos el coche estaba lleno. Nosotros creíamos que teníamos el pasaje con asiento, pero no era así. La cuestión es que viajamos parados desde las once y media de la noche hasta las ocho de la mañana hasta que llegamos a Bahía Blanca. Creo que eso lo pinta de cuerpo entero a Marcelo."

        Cabe agregar la anécdota del arribo de Mauricio Pochettino al club, que fue un tanto peculiar: Bielsa, guiado por el comentario de un hombre en una parrilla, y sin haberlo visto jugar, fue a buscarlo al pueblo de Murphy a la una de la mañana, para convencerlo de que fichara para Newell´s, y no para Central.

        El inodoro en el baño y la heladera en la cocina


        Un nuevo fragmento de la charla de Marcelo en el Colegio Sagrado Corazón, a chicos de entre 13 y 17 años.
        El Loco intenta poner las cosas en su lugar, mostrándole a los jóvenes qué es lo importante. Y que no todo pasa por figurar en la tapa de un diario o recibir los elogios de los adulones de turno.

        "Nunca me dejé tentar por los elogios. Los elogios en el fútbol son de una hipocresía absoluta. El fútbol está concebido así, tiene que haber o una gran alegría o una gran tristeza. Derrota o victoria, sangre o aplauso son valores muy caros al ser humano. Entonces, en el fracaso sufro mucho la injusticia del trato, no logré nunca dominar eso. Siempre sufro mucho cuando perdemos y cuando soy maltratado, pero sí logré no creerme la duración del éxito. Como no se revisa por qué ganaste, da lo mismo, te adulan por haber ganado no porque mereciste ganar, por el recurso por el que ganaste, entonces tuve claro siempre que esa franela, porque ése es el término, es impostora."


        "No permitan que el fracaso les deteriore la autoestima. Cuando ganás, el mensaje de admiración es tan confuso, te estimula tanto el amor hacia uno mismo y eso deforma tanto. Y cuando perdés sucede todo lo contrario, hay una tendencia morbosa a desprestigiarte, a ofenderte, sólo porque perdiste. En cualquier tarea se puede ganar o perder, lo importante es la nobleza de los recursos utilizados, eso sí es lo importante; lo importante es el tránsito, la dignidad con que recorrí el camino en la búsqueda del objetivo. Lo otro es cuento para vendernos una realidad que no es tal."

        Yo lo protagonizo

        Si hay algo que resulta indiscutible a la hora de analizar los equipos de Marcelo Bielsa, es que éstos tenían una clara vocación ofensiva, por momentos arrolladora.
        A continuación el Loco expone un poco esta idea de atacar permanentemente sin que eso implique olvidarse del propio arco.

        "Nunca me planteo la posibilidad de salir a atacar aprovechando el contragolpe. Para mí siempre hay que protagonizarlo. Si se puede protagonizarlo, para qué cederlo. Nunca preparo al equipo para la espera. Un gran equipo es el que no se condiciona por el rival."

        "Lo fundamental es ocupar bien la cancha, tener un conjunto ‘corto’, que tenga a su defensa y su delantera separadas por no más de 25 metros, y que no tengamos gente en la defensa ocupada en la marca de alguien inexistente."

        Simplemente Fútbol


        Bielsa a sus jugadores, minutos antes del inicio del partido final contra Boca en 1991:

        “Nosotros tenemos que reconstruir una sensación, algo muy profundo: remitirnos a los 14 años, cuando en el barrio nos tocaba jugar contra aquellos rivales a los que les teníamos bronca y no nos importaba nada más que eso, ni el lugar, ni la hora, nada. Porque lo único que nos interesaba, justamente, era jugar”.

        Al Maestro con cariño

        Los jugadores hablan de Bielsa.

        Gabriel Batistuta describe al Loco en su autobiografía como el entrenador más importante que ha tenido. “Bielsa lo sabe todo acerca de todo”, dice el ex delantero de la Selección Argentina.


        Juan Sebastián Verón
        declaró que Bielsa es “el arma secreta de Argentina”. “Ante todo”, dijo, “quiero decir que tenemos mucha suerte al contar con alguien tan excepcional como Bielsa”.


        Nelson Vivas dice que el “perfeccionismo” de Bielsa, lejos de ser irritante, le ha mejorado como jugador. “Me sorprende la forma en que tiene editadas todas las cintas para mostrarte exclusivamente lo que tienes que saber, en lugar de aburrirte con el partido completo”.


        Diego Simeone dijo sobre Bielsa: "No es amigo del jugador, pero tiene tanta personalidad que logra transmitir lo que quiere". "Es el mejor, absolutamente, en cuanto a que de cada entrenamiento siempre sacabas algo importante para el partido y que cada entrenamiento iba reflejado en el juego real, lo que es muy difícil."


        "Cuando se fue hubo un retroceso", dice Roberto Ayala. "No sólo por su capacidad como técnico. Yo tengo cosas que en lo personal, se las debo a él. Ojalá tengamos una Argentina con gente como Bielsa. Directa, respetuosa, que te valora... El Profe Bonini me contó que quiere volver a dirigir. Es hombre de fútbol y el fútbol lo necesita".

        Verte feliz no es nada


        Cuando Marcelo Bielsa dirigía a Vélez, su relación con José Luis Chilavert, figura de áquel equipo, no era del todo buena. Era más bien tensa: se hablaban poco y nada, sólo lo que incumbía a cuestiones tácticas.

        Durante un viaje a Jujuy, el avión que transoprtaba al plantel velezano sufrió algunas turbulencias. Sentados uno al lado del otro estaban los dos personajes en cuestión, por supuesto sin hablarse. El miedo a volar lo tenía un tanto perturbado al Loco, y en un determinado momento le pregunta a José Luis: "Chilavert, ¿usted es feliz?". El arquero, atónito, se lo quedó mirando.

        Lo cierto es que partir de esa pregunta, ambos iniciaron una charla y la relación entre ellos cambió para siempre.

        La esencia del fútbol

        Este es otro fragmento de la charla que Marcelo Bielsa brindó para los chicos del Colegio Sagrado Corazón, de Rosario, dónde él cursó el secundario.
        El Loco nos muestra un poco más su manual de vida.


        "Estoy absolutamente convencido de que la fama y el dinero son valores intrascendentes. Pasa que claro, nos los describen con un peso tan significativo que parecería imposible resistirse a valorarlos. Creo que el espíritu amateur, el amor hacia la tarea, es lo único que vuelve satisfactorio el tránsito por el trabajo; cuando observo de qué manera son descriptos hacia el público las celebridades, los ídolos, lamento muchísimo que se jerarquicen esos tipos de cosas, que se los describan millonarios, que se los describan famosos, que se los describan extraídos de la realidad social, fuera del contacto con la gente común. Sí estoy convencido de una cosa: fui feliz cuando disfruté del amateurismo, fui feliz cuando crecí enamorado de mi trabajo. Yo tengo un profundo amor por el fútbol, por el juego, por la esquina, por el baldío, por el picado, por la pelota. Y desprecio todo lo añadido, todo lo que le fueron agregando para convertirlo extrañamente en deseado. Para explicar un poquito mejor esto, sé que la alegría de un triunfo en un partido dura cinco minutos, termina el partido y hay una sensación de efervescencia, una sensación de la adrenalina al tope que genera excitación y felicidad. Pero son apenas cinco minutos y después hay un vacío enorme y grandísimo. Y una soledad indescriptible."

        Por afuera


        Bielsa y su forma de ver el fútbol.

        "Elijo ocupar los costados porque allí surgen la mayor cantidad de situaciones de peligro. Lo contrario significa centralizar el juego. Cualquier estudio que se realice sobre cómo se convierten los goles en cualquier torneo, revela que el 50% tiene su origen en el juego por los costados. Si uno quiere un equipo protagonista, debe poner minimamente dos jugadores por cada sector. El objetivo de que la pelota vaya por las puntas es que haya desborde o centro intencionado. El primero permite que haya pase hacia atrás, lo cual es complicadísimo para el rival. Y el segundo, es cuando no hay desborde pero la pelota puede llegar al área hacia alguien que marca la jugada."

        Lo que sea


        Fernando Gamboa contó alguna vez la siguiente anécdota.

        Un día antes del clásico con Central por el Apertura de 1990:

        “Era domingo después de la siesta (el partido se jugaba el lunes). Yo estaba en el pasillo, jugando con un pacman y se me acercó Bielsa. Me miró y me preguntó si tenía ganas de jugar, si estaba ansioso porque llegara el momento. Yo, a todo esto, seguía jugando, hasta que de pronto me dice:

        - Pará, mirame, te estoy hablando

        Dejé de jugar y le contesté:

        - Tranquilo, profe, ¿qué pasa?

        Me vuelve a mirar fijamente y me pregunta:

        - ¿Qué daría usted por ganar este clásico?

        - Todo, absolutamente todo, soy capaz de trabar con la cabeza- contesté.

        No le satisfizo la respuesta y me dijo:

        - Más, hay que dar más

        - ¿Algo más? ¿Le parece poco?

        Fue entonces que me mostró la mano y me dijo:

        - Si me aseguran ganar, me dejo cortar este dedo”.

        Ladren lo que ladren los demás


        Este es un fragmento de una charla que Marcelo brindó a chicos de entre 13 y 17 años del Colegio Sagrado Corazón, de Rosario, cuando el Loco ya era técnico del Seleccionado. El había puesto como condición que no hubiese prensa, pero por suerte, sus dichos se conocieron.

        Bielsa y su forma de asumir los fracasos. Una lección para aquellos que creen que ganar lo es todo.

        "Los momentos de mi vida en los que yo he crecido tienen que ver con los fracasos; los momentos de mi vida en los que yo he empeorado, tienen que ver con el éxito. El éxito es deformante, relaja, engaña, nos vuelve peor, nos ayuda a enamorarnos excesivamente de nosotros mismos; el fracaso es todo lo contrario, es formativo, nos vuelve sólidos, nos acerca a las convicciones, nos vuelve coherentes. Si bien competimos para ganar, y trabajo de lo que trabajo porque quiero ganar cuanto compito, si no distinguiera qué es lo realmente formativo y qué es secundario, me estaría equivocando."


        Nada más que agregar. Allá ellos. Nosotros, con el Loco.

        Que explotaba


        A Marcelo Bielsa, la barra de Newell´s lo respetaba muchísimo. Y no sólo por los éxitos deportivos que el Loco había conseguido dirigiendo a dicha institución.

        Una noche, ya entrada la madrugada, la barra de Newell´s lo fue a buscar a Bielsa a la casa, luego de que el equipo perdiera un partido de la Copa Libertadores por varios goles. Y el Loco (no por nada lo llaman así), lejos de esconderse, los salió a correr con una granada.